“La primavera es la época del año cuando las mujeres comienzan a pensar lo que los hombres han venido pensando durante todo el invierno”.
Juan Verdaguer
Siempre me he preguntado porqué festejamos el día de la primavera. Porqué no se festeja el día de otoño?, o de verano que en todo caso es sinónimo de vacaciones, descanso, etc. Porque nos deseamos ¡Feliz primavera! Y no Feliz invierno! ??
Cuál es la atracción que tiene el 21 de Septiembre para festejar ese día? En realidad me parece que lo que se festeja es el día del estudiante. Su origen se debe a la propuesta del por entonces estudiante y luego destacado arqueólogo Salvador Debenedetti en 1902, cuando era presidente del centro de estudiantes de Filosofía y Letras de
Ahora bien, creo que el día del estudiante los iguala a todos, tal como el guardapolvo blanco. A la hora de los festejos no hay distinciones entre buenos y malos, crónicos y adelantados. Todos chupan por igual.
Y a los que ya hemos dejado de serlo, este día hace que nos invada la nostalgia por aquellos años donde quedaron compañeros que se convirtieron en amigos, compañeras que se convirtieron en novias o amigas y una parte de nuestra vida que aún se aferra con uñas y dientes a nuestro corazón y memoria.
Te acordás? Qué lejos quedaron aquellos días de continuo aprendizaje y rabonas!
A veces cuando nos juntamos con antiguos compañeros a recordar nuestras historias de paso por las aulas (previa ingesta de dos cucharadas de memorex compuesto cada uno), descubrimos los distintos tipos de compañeros que teníamos, que es lo que trataré de reflejar ahora en la siguiente nómina:
Estaba el “policía”: que no era otro que el que hacía 24 por 48. Es decir que iba un día y faltaba dos. Por lo general utilizaba las dos reincorporaciones permitidas (y eso que el preceptor le perdonaba unas cuantas).
Otro personaje era “Nisé”: Ni sé quien es, ni sé qué hace, ni sé con quien se junta.
Robinson Crusoe: El tipo estaba siempre solo. Se divertía con sus cosas. No molestaba a nadie. Este vendría a ser el “EMO” de los chicos de hoy.
El Humorista: Siempre haciendo chistes que no hacían ninguna gracia, solía sacar de quicio a la los profesores. De cinco chistes solo uno era bueno.
La modelo: Era la linda del curso. Ella lo sabía y sabía manejarlo a su conveniencia.
El tumbero: Este iba a clases solo por que lo mandaban desde la casa. Era el matón del curso. El preceptor le ponía más amonestaciones que Castrilli a los futbolistas. Convenía hacerse amigo de él por varios motivos. Para que no te faje, para que no te faje, para que no te faje…
El sobreviviente: Es el que salvaba raspando todas las materias. Especulaba hasta el último momento. Un seis podía ser la vida o la muerte para él.
Los falsificadores: En realidad eran verdaderos artistas. Sus machetes eran miniaturas eran dignas de ser exhibidas. De estos futuros cubistas u surrealistas no se salvaban ni la firma de los padres.
Atila: Es muy obvio el nombre de la clasificación. No conocía la vergüenza, se sabía un tronco y se la bancaba. Se le atribuyen las célebres frases: “Lo que pasa es que yo sé, pero lo sé con mis palabras”…y la categórica:“no estudié”.
El Stephen Hawking: o el “bocho” o el “traga” como le decíamos en nuestra época. Hoy sería el “nerd”. Sobresalía por sus notas. Todos se querían sentar al lado de él (nunca estudiar al lado de él!), para ver si podían sacar no las mismas notas, pero al menos parecidas. Te daba un poco de bronca cuando se sacaba un nueve y ponía cara de disgusto.
Así podríamos continuar unas dos páginas más, pero de alguna quise recordar a los personajes que de alguna manera nutrieron nuestra historia personal forjando también de alguna manera lo que hoy somos.
Para el final, dejo la clasificación que me dio mi hijo: HAY TRES CLASES DE ESTUDIANTES: LOS QUE SABEN SUMAR Y LOS QUE NO.
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